Muy agradecidos por esta reseña, os la acercamos:
"Ciento ochenta grados corresponde exactamente al giro que se necesita para cambiar el sentido de nuestra dirección. Es la diferencia entre ir hacia delante o hacia atrás, hacia el norte o hacia el sur... Toda una velada declaración de intenciones para una agrupación que pretende claramente despertar conciencias sin imposiciones, sólo a base de provocación y propuestas alternativas, originales y profundamente evangélicas. Tanto es así que en su primer trabajo (titulado también Ciento Ochenta Grados) se atrevieron con una simpática versión del Nunc Dimitis (reggae, para más detalles) y con otra – excelente - del famoso texto del Eclesiastés sobre el paso y uso del tiempo. Su nuevo disco, Naufragio con espectador, aparece tras un pequeño paréntesis en la vida del grupo y nos devuelve su sonido más auténtico. Hemos podido seguir detalles de su grabación a través del blog http://cientoochentagradosgraba.blogspot.com/ en el que quedan, como pinceladas, comentarios que enriquecen el encuentro musical con esta agrupación y de lectura altamente recomendada para quien quiera conocerlos más a fondo. La música que son capaces de hacer mejora, con creces, algunos de los grupos de música contemporánea que suenan en las emisoras comerciales. A su calidad artística (que destaca desde que se escuchan los primeros acordes del disco) se corresponde, además, una altura a nivel humano poco corriente. Muestra de ello es la predilección del grupo por las causas perdidas y por tocar en directo, casi de manera rutinaria, en centros penitenciarios. Y por si nos quedaban dudas de su inspiración cristiana, nos topamos con temas como Sálvame, que constituye el punto final de este trabajo y que no es sino una profunda y sencilla oración de Nico Hernández, miembro y autor de la mayoría de los temas, que brota en medio de una sociedad que tantas veces ofrece vacío, metiras y desconsuelo".
Vida Nueva, 13 de enero de 2008, nº 2596. Pag 43
jueves, 17 de enero de 2008
Mal Gusto
Por fin hemos conseguido una tienda donde vendan nuestros cds. Para todos los de Granada y visitantes, el cd de Ciento Ochenta Grados "Naufragio con espectador" lo podéis comprar en la mítica tienda de Comics "Mal Gusto" ahora llamada "Subterránea" que está en la calle Horno de Abad, frente a la sala Planta Baja en la eterna ciudad de Granada.
Abrazos a todos.
180º.
Abrazos a todos.
180º.
jueves, 3 de enero de 2008
Lobos
Tocar en un Pub tiene su encanto. La gente por lo general no está atenta y el murmullo hace que los músicos se enerven y se juren a sí mismos que nunca más tocarán allí. Pero he descubierto que la clave está en estar dispuesto a pasar por la traumática experiencia de que nadie te escuche.
El pasado Domingo tocamos en el Lobos y reconozco que fue una experiencia que vino a negar la tesis que acabo de defender más arriba.
El Lobos es un mítico pub granadino que está en la Plaza Einstein. Lo regenta un tipo también mítico llamado Jose. Es un local pequeño, con millones de carteles y papeles colgados en las paredes. Pone buena música, mucho rock español y tiene la gran virtud de pinchar lo que le sale de los cojones, lo cual es algo de admirar en una ciudad en la que los pubs alternativos no se pueden conceder el lujo de poner algo que la gente conozca. En el Lobos hay rocanrol sin pretensiones, rocanrol de borrachos, rocanrol que se caga en los gafitas snobs alternativos e intelectuales, rocanrol animal y barriobajero. Y eso se agradece, porque uno no va a emborracharse a un sitio donde hay que tener aspecto de químico de California para no desentonar. Por eso somos parroquianos asiduos de este local.
Por todos estos motivos y por el hecho de que se quedó gente en la calle, tocaremos este Domingo de nuevo a las 22:30. Dios mediante.
Os esperamos a todos.
Larga vida al rocanrol.
El pasado Domingo tocamos en el Lobos y reconozco que fue una experiencia que vino a negar la tesis que acabo de defender más arriba.
El Lobos es un mítico pub granadino que está en la Plaza Einstein. Lo regenta un tipo también mítico llamado Jose. Es un local pequeño, con millones de carteles y papeles colgados en las paredes. Pone buena música, mucho rock español y tiene la gran virtud de pinchar lo que le sale de los cojones, lo cual es algo de admirar en una ciudad en la que los pubs alternativos no se pueden conceder el lujo de poner algo que la gente conozca. En el Lobos hay rocanrol sin pretensiones, rocanrol de borrachos, rocanrol que se caga en los gafitas snobs alternativos e intelectuales, rocanrol animal y barriobajero. Y eso se agradece, porque uno no va a emborracharse a un sitio donde hay que tener aspecto de químico de California para no desentonar. Por eso somos parroquianos asiduos de este local.
Por todos estos motivos y por el hecho de que se quedó gente en la calle, tocaremos este Domingo de nuevo a las 22:30. Dios mediante.
Os esperamos a todos.
Larga vida al rocanrol.
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