martes, 19 de febrero de 2008

Zaragoza



Hay que tener muy buen gusto para regalar una colección de armónicas en todas las tonalidades. Además llevo echándole la sal que me regalaron a las tostadas todas las mañanas.
Este fin de semana hemos estado tocando en Zaragoza, en un encuentro de chavales de diferentes colegios de España. He tenido la sensación de que es difícil ayudar a que los chavales se impliquen, se comprometan y descubran que vivimos en un mundo absolutamente injusto y que hay que arreglarlo. Eso es difícil de enseñar, de transmitir.
Pero a la vez he temido la sensación de que hay que hacer cosas, y de que este grupo de monitores están haciéndolo bien. Por eso iremos siempre que nos llamen, porque creemos en su causa.
Gracias por todo, por ser sal, por darnos sal y por regalarnos una noche en una ciudad tan interesante….y por las armónicas.
Nos veremos pronto.
Nico